Raras veces se puede decir de
una segunda entrega que es mejor que el primero libro y así sucede
con esta hermosa saga. Me he demorado un poco en leerla pero porque quería disfrutarla todo el tiempo posible porque ya en mis manos
tengo la tercera parte y no quiero que termine.
Karou, nuestra chica de cabello azul y una quimera
resucitada está en una contradicción, después de la confesión de Akiva ha
quedado destrozada y ahora se encuentra con lo que sobrevivió
del pueblo de las quimeras.
Todo lo que conocimos de hija
de humo y hueso ha quedado a un lado, Eretz se encuentra en guerra comandado
por Joram el padre de Akiva, padre de los bastardos que se usan en las guerras
contra las quimeras.
Para poder sobrevivir Karou
lleva al pueblo de las quimeras al mundo de los humanos y es ahí donde se
preparan y trabajan para poder concluir con la guerra, Karou es ahora una
resucitadora y su trabajo es bastante difícil y no solo por el diezmo del dolor
si no porque Thiago la atormenta bastante, siempre indicándole como deben de
estar los cuerpos y sobre todo con esa actitud que tiene con ella, huele a
hipocresía y Karou lo sabe.
Pero eso no es todo,
descubrimos nuevos personajes que son partes esenciales en la historia como lo
es Ziri, probablemente el ultimo Kirin que exista en Eretz y es la clave de
esta historia y me imagino yo de la siguiente entrega.
Y si te has preguntado que
paso con Akiva también es protagonista y queriendo remendar su error se entrega
a una conspiración que definirá el mundo de Eretz pero también el mundo de los
humanos.
Sorprendente y adictiva, para
ser una escritora reciente Laini ha dado mucho y se ha convertido en una
creadora de historias juveniles impactantes, ya en Días de sangre y resplandor
la conocemos un poco más y sabemos que su narración es exquisita, cada capítulo
te deja con una sensación de TODO, odio, resentimiento, dolor, alegría,
solidaridad, amor pero sobre todo este último.
Si te gusto Hija de humo y
hueso, esta continuación te encantará y no aún no lo lees ve yendo por tu
ejemplar porque no todos los ángeles son buenos ni todos los demonios son
malos.
PUNTUACIÓN.
4/5
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